Princesa

Cual títere de un perverso sistema que, entre otras lindezas, alumbra lucrativas guerras y crisis financieras, fui programado como el resto de la manada masculina a la espera de una princesa a la que rescatar.

Fueron felices y comieron perdices…

Mas sufrí lo indecible con el cuento: el sueño se tornó pesadilla.

Y un buen día –nunca mejor dicho-, extenuado yo tras lides que acabarían con el más pintado, apareciste por abracadabra en mi vida. Tú. Tímida, risueña y algo marcianita. Tú. Con tu amor de efecto retardado y tu anatomía mujer de carne y hueso. Tú. La lumbre imperecedera de tus ojos y algún que otro defectillo. Tú. Para descuajeringar de un soplo el frágil embolado. Tú. Hermosa y humana hasta decir basta (“Al menos para miiií”, que cantaría Manolo).

He salido ganando mil veces con el trueque. Hombre afortunado.

Seré tópico (no soy Neruda ni Bécquer, si bien otrora jugué a serlo). También seré sincero (siempre he tratado de serlo contigo): salvando familia y contados amigos, eres lo mejor que me ha ocurrido nunca. Te amo y deseo tanto como soy capaz de amar y desear a una mujer. Y aunque el futuro, dragón de siete cabezas, a menudo me aterra y me hace temblar como al niño que nunca he dejado de ser, saberte cerca me da fuerza, alegría, esperanza y abrigo.

Gracias por amarme sin medida, Pili; trataré de estar a la altura.

(Y que le cuenten los cuentos de princesas a otro).

4 respuestas to “Princesa”

  1. Irene Says:

    Inmensa alegría al sentirte así, hermano, enorme sonrisa la que ilumina mi rostro al ver esa imagen de los dos, mis mejores deseos en vuestras andanzas.

    Un fuerte abrazo,
    Irene

  2. Elena Says:

    Hey! I took that picture! ©Copyright by Elena 2011. What a lovely thing to see amid a world of confusion and despair. So much love and happiness in those faces… keep up the good work!

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